El hombre puede salvar su alma. Al igual que el alba fresca y brillante tras una noche de prisión y de tormenta, el hombre puede conocer el sabor de esa libertad durante tanto tiempo buscada.
Están los que dirán que sólo después de una vida de sacrificio y buenas acciones puede el alma ser libre: que Dios exige condiciones para la libertad y que algunos tienen el poder de esclavizar a la humanidad.
Pero estas cosas también tienen respuestas. Y todo lo que te decimos ahora es que podemos ser libres.
Muchos pueden ser libres en unos cuantos días. Las almas de algunos se pueden salvar en unas horas. A los que están profundamente inmersos en el materialismo se les puede salvar en meses o en años.
Como dijo Cristo, se puede salvar antes al inocente. En un breve tiempo, en minutos, se puede salvar al niño. Pero el rico y el poderoso, el tirano que avasalla y aniquila se quedarán rezagados durante años; pero también a ellos se les puede salvar.